España > Formación

la promoción profesional de la mujer en michelin ha evolucionado significativamente en los últimos años. Este incremento también se aprecia en el área industrial, donde ya es habitual encontrarse con mujeres ocupando puestos de MAM o de monitoras de formación.

Michelin es, desde hace ya bastantes años, una empresa comprometida con la igualdad de oportunidades en su plantilla. Aunque la presencia masculina sigue siendo mayoritaria, los esfuerzos que se vienen haciendo para equilibrar esta situación ya están dando frutos. Así, en los últimos 10 años se ha triplicado la representación femenina y en el área industrial se ha multiplicado por seis.

Este aumento de mujeres se ve acompañado también por la mejora en la promoción profesional de éstas. Si en puestos directivos ya es habitual encontrarse con mujeres, en el área industrial aún es algo menos frecuente pero, poco a poco, se van dando pasos para favorecerlo.

Es el caso de Lucía, Charo y Patricia, tres mujeres monitoras de Formación, que son reflejo de esa evolución que ha experimentado en los últimos años la promoción profesional de las mujeres en Michelin.

Lucía Poza

Aranda

Comencé en Michelin en el año 98, en la actividad de Conjuntos Montados, en el puesto de equilibrado de conjuntos. Junto con otras tres compañeras fuimos las primeras mujeres en dicho puesto. Siempre me trataron con mucho cariño y respeto, y tengo muy buenos recuerdos de esa primera etapa.

Luego pasé por diferentes puestos, varios de los cuales nunca habían sido desempeñados por mujeres. Me siento orgullosa de haber sido pionera en diversos cometidos.

Me gusta mucho el puesto de monitora. Es muy gratificante poder traspasar conocimientos, enseñar habilidades, explicar el funcionamiento de una máquina. Al final, ayudas al aprendiz a crecer. La formación es algo permanente. Yo misma sigo formándome, para poder mejorar.

Mis compañeros me ven como a una más. Me encuentro totalmente integrada y agradezco el cariño y apoyo que siempre me han dado. Es una gran suerte poder contar con estos compañeros tan estupendos.

Las nuevas incorporaciones ya ven el hecho de tener una monitora como algo natural, pues cada vez hay un mayor número de mujeres en la fábrica, en todos los ámbitos. Cuando les digo a los nuevos ingresos que soy de las pocas mujeres monitoras aún se sorprenden, pero afortunadamente esto está cambiando.

Mª del Rosario Mateos

Aranda

Empecé a trabajar en el economato de Michelin, en 1979. Cuando desapareció, pasé al taller de Aros y mi vida dio un giro de 180 grados. Tenía que trabajar a producción, a turnos, y todos mis compañeros eran hombres. Entonces éramos únicamente siete mujeres trabajando a producción en toda la fábrica. Nunca olvidaré mi primera entrevista con el jefe de Equipo. A la pregunta sobre mis expectativas y previsión de evolución dentro de la empresa, mi respuesta fue que no tenía ninguna, dado que pensaba entonces que, por ser mujer, nunca llegaría a nada. No imaginaba que pronto iba a cambiar mi percepción y opinión. Empecé mi formación en diferentes máquinas del taller y, más adelante, con la puesta en marcha de las AMF’s, se inició una etapa emocionante.

Desde entonces ya nunca me he sentido distinta a los demás por ser mujer. Me propusieron ser monitora del taller de Aros y no lo dudé un solo instante. Comprobé que esta tarea no era fácil, pero también que casi todo en la vida se puede conseguir con algo de suerte, interés, esfuerzo y ayuda.

No percibo ninguna diferencia de trato por ser mujer, en ningún caso, ni por parte de los superiores, ni de veteranos o de nuevos ingresos. Para acabar, una frase que suelo decir: ”El día que entré en Michelin me tocó la lotería”. Es lo que pienso y ni un solo día desde que estoy aquí me he arrepentido de formar parte de esta gran familia.

Patricia Merino

Valladolid

Entré en Michelin hace poco más de siete años. Empecé cubriendo una baja por maternidad, encargándome de una carretilla en la zona de ensamblado, que terminó cuando la titular del puesto regresó de su permiso. Entonces me propusieron un cambio y me formaron como conductora de BNS AUTO P3. Posteriormente, fui cambiando de puesto y aumentando mis responsabilidades hasta que, en diciembre del año pasado, me comunicaron que sería monitora de Formación.

Desde mi punto de vista, considero que este nuevo puesto es un progreso en mi carrera profesional (y personal) y que conlleva unas responsabilidades muy importantes, teniendo en cuenta que los aprendices deben desarrollar sus competencias bajo tus explicaciones y saber hacer.

Creo que la noticia ha sorprendido mucho, sobre todo dentro del taller, pues al ser la primera monitora el impacto ha sido mayor.

Poco a poco los compañeros se están haciendo a verme como formadora y estoy segura de que dentro de un tiempo la situación será totalmente normal. Por mi parte, me queda mucho que aprender de mis nuevos compañeros e intentaré dar lo máximo de mí misma para poder ayudar a los aprendices en todo lo que necesiten.

15 Bibnews JUNIO 2018